El presidente Alberto Fernández anunció hoy que desde la medianoche de mañana jueves caducarán los permisos para transporte público en el área metropolitana (AMBA) y sólo podrán viajar personas de actividades «esenciales»; ratificó que siguen las negociaciones por la deuda externa y sostuvo que, si bien avanza el plan de expropiación de Vicentin, «no es un necio» y escuchará alternativas a esa medida.
«El problema no es la cuarentena, sino la economía», ya que «los ciudadanos prefieren preservarse, quedarse en su casa y consumir menos»; analizó el mandatario.
En ese sentido asumió que el problema que se genera es en «los comercios», que no logran reactivarse en el AMBA, a diferencia de lo que ocurre en las provincias, donde el sector mercantil y las industrias están funcionando.
«El interior del país está activo», enfatizó el jefe de Estado en una entrevista con Telefé, en la que también hizo un «balance positivo» de los primeros seis meses de su gestión.
Acerca de Vicentin dijo que la decisión de la intervención y expropiación de la empresa al borde de la quiebra «es mía» y aseveró que esa compañía le hizo «un enorme daño al sector cerealero argentino».
«El concurso de acreedores seguirá para evitar una quiebra», señaló, y destacó que su decisión no es inconstitucional. Pero aclaró que «no soy un necio» y está esperando «una alternativa» a esa medida, sobre la cual aclaró que «la expropiación es un medio para salvar una empresa, y no quedársela» el Estado.
«En el concurso se verá el formidable desguace al que fue sometida la empresa (Vicentin). Estoy esperando que me traigan una alternativa antes de enviar el proyecto de expropiación», señaló el Presidente.
También dijo que sabe «cómo volver de los problemas económicos, pero de la pérdida de la vida no se vuelve», y aseguró que si tiene «un compromiso ético es con la salud».
«Querían salir a correr, a abrir los comercios y acá están las consecuencias. No me puedo hacer el distraído, los que le prestaron atención a la economía están como acá al lado, con más de 40 mil muertos», señaló Fernández en una clara referencia a la situación de la pandemia que atraviesa Brasil.
También anunció que a partir de la medianoche de mañana caducarán los permisos para el transporte público en la zona del AMBA. Sostuvo que en los últimos días «aumentaron los contagios, la movilidad y la ocupación hospitalaria», por lo que llamó a «estar atentos», y advirtió que el coronavirus «circula en todos los barrios».
«Tenemos que bajar el nivel de tránsito para bajar los contagios. Hoy tuvimos una mirada común en la reunión que mantuvimos con (el vicejefe de Gobierno porteño) Diego Santilli y (el gobernador de Buenos Aires) Axel Kicillof», señaló.
Aseveró además que el Estado está haciendo «un enorme esfuerzo» para llegar a un acuerdo con los acreedores externos, pero insistió que «no le pueden exigir a la Argentina lo que al mundo no le exigen» y que se va a «pagar en la medida de lo que podamos, ni un milímetro más» y que en eso será «inflexible».
Sobre su estado de salud -y ante el consejo de sus médicos de que permanezca en la Residencia de Olivos- aseguró que se siente «espléndido» y que «no es paciente de riesgo».
Explicó que su médico lo llamó pidiéndole que sea «cauto» debido al incremento de contagios, y explicó que por ese motivo se queda en la residencia de Olivos realizando sus actividades, luego del anuncio de los profesionales de la salud con las recomendaciones.
Sobre la deuda externa amplió que heredó «un default» de la gestión de Mauricio Macri, y aseguró que «se está haciendo un gran esfuerzo para alcanzar un acuerdo».
«No entiendo el apuro por saber cuándo acordamos. Siempre es mejor hacerlo porque estamos integrados a un sistema internacional. Nadie nos presta plata desde el año pasado y el FMI dejó de cumplir el acuerdo que tenía con nosotros», señaló.